Tras los resultados nacionales de las Primarias llevadas a cabo este domingo en la Argentina, el Banco Central dispuso una serie de medidas buscando estabilizar el tránsito económico hacia el 22 de octubre cuando se celebrarán las elecciones presidenciales. La medida de mayor impacto fue el aumento del 22 por ciento en el valor del dólar oficial mayorista, lo que implica una caída en el peso argentino de ese porcentaje.
La autoridad monetaria decidió llevar el precio del dólar oficial mayorista de $287,35 a $350. Es decir, se estableció un salto devaluatorio oficial del 22%. Asimismo, la cotización del dólar oficial minorista queda fijada en $365,50.
Con el fin de calmar las expectativas de nuevos saltos devaluatorios, el BCRA decidió que, hasta las elecciones de octubre, Argentina retorne a un régimen de tipo de cambio fijo por primera desde la convertibilidad. Es decir, la cotización oficial de la divisa norteamericana en el segmento mayorista (que regula todas las operaciones en Argentina) quedará fija en $350 hasta el 22 de octubre, día en que se celebrarán en Argentina las elecciones generales.
De este modo, queda suspendido el sistema de devaluaciones graduales del tipo de cambio oficial (crawling peg) que caracterizó a la administración de Alberto Fernández y a sus distintos ministros de Economía.
Esta medida implica un inmediato encarecimiento del tipo de cambio para importar, tanto bienes (queda fijado en $375,25) como servicios (que asciende a $437,50). Además, el tipo de cambio oficial supera ahora al llamado dólar agro, que se había fijado en $340.
El dólar tarjeta y el dólar ahorro ascienden un 22% hasta los $731. Es decir, es lo que se deberá pagar por dólar comprado por canales oficiales y por dólar gastado con tarjetas en el exterior.
Con el fin de que las tasas reales permanezcan en terreno positivo y para desincentivar la demanda de dólares, el BCRA decidió incrementar con fuerza la tasa de interés de referencia de política monetaria y, por consiguiente, de los plazos fijos.
El incremento de la tasa de interés es de 2200 puntos básicos (o 22 puntos porcentuales) y quedará ubicada en 118% nominal anual. Nominalmente, es el nivel más alto en décadas.
De este modo, la tasa efectiva anual pasa a ser del 208,2% y la mensual asciende 9,8%. Se espera que estos tipos de interés logren superar los índices de inflación de los próximos meses, cuyo incremento se descuenta.