En las últimas jornadas la fumarola que se observaba desde el cráter del volcán chileno Villarrica fue casi desapareciendo y con ello la actividad interna del macizo, por lo que el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin) bajó el alerta a “amarilla”. El cambio trajo alivio a toda la zona centro-sur de la provincia del Neuquén, debido a la cercanía con las localidades de San Martín, Junín de los Andes y Aluminé.
Si bien se trata de uno de los volcanes con actividad y monitoreo permanente, a partir del cambio de alerta de naranja a amarillo, también se redujo el área de potencial afectación a sólo dos kilómetros alrededor del cráter del Villarrica.
La decisión fue planteada por Sernageomin ante el Comité de Gestión del Riesgo de Desastres (Cogrid) que se llevó a cabo esta mañana, y donde participaron el delegado presidencial regional, José Montalva, y la directora regional de Senapred Araucanía, Janet Medrano.
“Durante los últimos días los parámetros instrumentales del volcán Villarrica han mostrado un retorno paulatino hacia niveles moderados de actividad”, dice el informe de Sernageomin. Y añade: “A su vez, los fenómenos superficiales han perdido potencia y recurrencia, observándose emisiones gaseosas de baja altura y en ciertas ocasiones con bajo contenido de material piroclástico”.
Paralelamente, las actividades en las poblaciones chilenas cercanas al volcán volverán a su normalidad, especialmente las 80 familias que habían sido evacuadas en su momento y también eventos y dictado de clases que habían sufrido cambios debido al registro de actividades que se observó hace algunas semanas.
En el territorio argentino la emisión de cenizas que se registró la semana pasada no afectó ya que los vientos en ese momento no tenían la dirección hacia el este, por lo que sólo se observó en las poblaciones neuquinas un monitoreo permanente para la activación de los protocolos en estos casos, sin llegar a conformarse los comités de crisis.