Unir Santa Cruz con Tierra del Fuego es imperioso y se avanza lentamente. En este informe se detallan las características que tendrá el Corredor y en qué grado de avance está.
El proyecto de evitar el cruce por Chile para ir de Santa Cruz a Tierra del Fuego comenzó hace varias décadas, se trazaron líneas, ideas y proyectos para hacerlo desde varios lugares y a través de diferentes formas. Surcar el Estrecho de Magallanes que hace isla a Tierra del Fuego es un antiguo anhelo, especialmente para quienes utilizan la Ruta 3 para llegar o salir de nuestra isla austral.
En los últimos años, lo que más fuerza tomó fue el denominado “Cruce Marítimo Sur” o “Corredor Marítimo Austral” que tiene muchos adelantos en la tramitación, aunque todavía no se observan avances en las obras necesarias. Uniría el puerto de Río Gallegos y Punta Loyola con San Sebastián en la isla fueguina.
Por un lado, la iniciativa tiene la aprobación por unanimidad en el Congreso (Ley 26776 de 2012), rango de “Política de Estado” y conformación de un Fondo Fiduciario (gobierno de Cristina Fernández, en 2015); realización de los estudios de factibilidad e impacto ambiental y aprobación por parte del bloque de provincias patagónicas y también el apoyo entusiasta de la Federación Popular de Transporte fueguino y de la Administración General de Puertos, entre muchas otras instituciones y organismos.
La gobernadora santacruceña, Alicia Kirchner y su par de Tierra del Fuego, Gustavo Melella se reunieron a mediados del año pasado y avanzaron en los acuerdos por las obras que cada uno deberá comprometer para la ansiada unión de las dos provincias argentinas.
La iniciativa contempla la comunicación desde Santa Cruz, a través de Punta Loyola con el puerto de Río Gallegos como cabecera y la Bahía de San Sebastián en territorio fueguino. Ambas provincias destacaron el impacto que tendrá la obra para su desarrollo económico y los beneficios y facilidades de una conexión netamente argentina.
“Este cruce es el sueño de todos los fueguinos, porque sabemos lo que sufrimos el paso por Chile, con sus demoras y trabas”, aseguró Melella, a cargo de la provincia más austral de nuestro país. “Además del avance de la soberanía, tendremos grandes beneficios en producción y turismo, tan importante para nosotros”, añadió. La gobernadora Kirchner, en tanto, se refirió a las mejoras “que compartiremos ambas provincias, con desarrollo en diversas áreas” y destacó que “con el gobernador sabemos trabajar en equipo y vamos a lograr avanzar con este proyecto hasta concretarlo”.
Desde la Administración General de Puertos se agregó que el proyecto técnico prevé utilizar un buque grande de 160 metros de largo con capacidad para cargar 300 autos, 80 camiones y 1.200 personas. Y en cuanto al tiempo de navegación, se estima que estaría en torno de las cinco horas.
Todo indica que a partir de cerrar la primera etapa del análisis de la consultoría y su estudio por parte de los gobiernos Nacional y provinciales, se comenzará con la segunda etapa del llamado a licitación para las obras necesarias. Los costos totales y el tiempo que demandarán los trabajos se fijarán en ese pliego de bases y condiciones.
El proyecto
El gobierno nacional informó que “las obras permitirán la operatoria de ferries, y particularmente en el caso de la cabecera sur, la posibilidad del acceso de otros buques, asegurando las profundidades mínimas del puerto que garanticen una operatividad continua y proveyendo un diseño flexible que permita oportunamente disponer de facilidades mayores para otra operatoria comercial a futuro”.
“El proyecto será elaborado por profesionales argentinos, con conocimiento de la problemática de la zona, de sus condicionantes hidrometeorológicos y de accesibilidad, que permita definir una solución posible, técnicamente sólida, operativamente apta y económicamente factible”, se indicó.
La iniciativa propiciará la opción que responda al menor tiempo de travesía náutica posible, en cumplimiento de lo normado en la Ley 26.776/12 y su Decreto Reglamentario 2.217/12, que “define como política de Estado la integración física del territorio continental con su territorio insular de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur”, y para la definición de las cabeceras en ambas provincias se tuvo en cuenta que brinden las mejores condiciones náuticas, generen el menor impacto en el medio ambiente y dispongan de las correspondientes facilidades operativas y de accesibilidad terrestre a los espacios portuarios.
Tras el anuncio sobre la ubicación de las cabeceras, se deberá realizar el análisis de los antecedentes existentes, comparar diferentes alternativas de implantación posibles, evaluar las tipologías de las instalaciones que se adecuen al clima marítimo y los rigores del Atlántico Sur, con amplitudes de marea extremas en la Provincia de Santa Cruz y costas desabrigadas en el litoral de Tierra del Fuego, y definir la alternativa más conveniente de tipo de construcción no solo desde el punto de vista técnico sino también operativo, en cuanto a la navegación entre esas cabeceras, económico, social y ambiental.
Administración de Puertos
Por su parte, desde la Administración General de Puertos (AGP) se informó que tiene asignadas la asesoría técnica –mediante la contratación de una consultora encargada de los estudios previos de campo y laboratorio para definir la ingeniería del proyecto—y la elaboración de los pliegos licitatorios para la adjudicación de las obras en ambas márgenes y la concesión del servicio de operación de los ferries y transbordadores.
Los técnicos de la AGP ya presentaron en Río Grande los estudios de evaluación ambiental y estratégica del Corredor. Sandra Acuña, a cargo de la dirección del grupo de especialistas que desarrollan el proyecto, explicó que “nuestro trabajo consiste en la ejecución de los estudios técnicos, ambientales, económicos y todo lo necesario para realizar el proyecto licitatorio del cruce por aguas argentinas. Hoy venimos a presentar el resultado de ese trabajo”.
Acuña destacó que “se hicieron diversos estudios en distintos lugares para determinar la mejor alternativa para plantear el cruce y hemos llegado a la conclusión de que el proyecto es viable técnica y ambientalmente”.
Agregó que “se confirmó que el cruce debe realizarse desde la parte sur de la Bahía de San Sebastián hasta la zona de Punta Loyola en Santa Cruz. Para la prestación del servicio de transporte se prevé utilizar buque grande de 160 metros de largo con capacidad para cargar 300 autos, 80 camiones y 1.200 personas. Y en cuanto al tiempo de navegación, se estima que estaría en torno de las cinco horas”.