La introducción de especies exóticas invasoras representa una de las principales amenazas a la biodiversidad a nivel global. Se trata de especies transportadas fuera de su área de distribución natural que al establecerse en nuevos ecosistemas desplazan a las nativas, alterando el funcionamiento de los hábitats y causando diversos perjuicios ambientales y económicos.
Si bien el problema es mundial, cada región presenta sus particularidades. Un exhaustivo estudio publicado hace algunos años (al final de este artículo se puede descargar), analizó en profundidad la situación en la Patagonia argentina, y específicamente en la provincia de Neuquén. El trabajo compiló y actualizó la información disponible, sobre todas las especies de mamíferos introducidas en la zona, identificando las que han logrado establecer poblaciones silvestres, su distribución actual y los riesgos que representan.
En total se registraron 29 especies de mamíferos introducidas en Neuquén, desde carnívoros como el visón americano y el perro doméstico, hasta herbívoros de gran porte como el ciervo colorado. Algunas de estas introducciones fracasaron y las poblaciones se extinguieron localmente, y solo 13 especies lograron conformar poblaciones silvestres que se reproducen activamente sin intervención humana directa. Si contamos toda la Patagonia, la cantidad de especies asciende a 84.
Entre los invasores exitosos se destacan el conejo europeo, el visón americano, el jabalí y el ciervo colorado. El mapeo detallado de la distribución actual de estas cuatro especies en relación con registros previos reveló una continua expansión geográfica que incluye la ocupación de áreas naturales protegidas.
Los conejos, por ejemplo, han extendido su territorio un 32% desde 2008, invadiendo los Parques Nacionales Nahuel Huapi y Lanín. Los visones registran un incremento del 64% en su área de distribución, con nuevas poblaciones en el este del Parque Nacional Lanín. Por su parte, los jabalíes avanzaron significativamente en los valles de los ríos Neuquén, Limay y Collón Curá, mientras que los ciervos colorados expandieron su área un 23%, con nuevos puntos de invasión cerca de áreas protegidas.
Si bien estas especies generan impactos sobre el ambiente nativo y ciertas actividades productivas, también son valoradas positivamente por algunos grupos de interés. Por ejemplo, el jabalí y el ciervo colorado son apreciados por su potencial turístico. Incluso han recibido en el pasado incentivos estatales para su reproducción y se continúa permitiendo su cría en cotos de caza.
Esta doble valoración dificulta la implementación de acciones de manejo y control, debido a que el problema y las medidas propuestas para solucionarlo suelen diferir entre distintos sectores de la sociedad. Los investigadores advierten sobre la necesidad de implementar planes focalizados, especialmente para contener los primeros signos de invasiones antes de que se extiendan por zona más amplias.
Es recomendable priorizar el noroeste del Neuquén, donde se detectaron poblaciones aisladas de visón, jabalí y ciervo cerca de áreas protegidas todavía no invadidas. Erradicar estos focos y controlar la expansión desde núcleos ya establecidos es clave para prevenir una ocupación generalizada. Asimismo, el suroeste requiere un manejo coordinado entre Parques Nacionales y la provincia, con participación activa de pobladores locales, para regular de manera sostenida las poblaciones de ciervo, jabalí, conejo y visón.
Si bien existen diversos métodos efectivos para el control de estas especies, requiere decisión política y consenso social sobre cómo y dónde implementarlos. Por ello, los investigadores concluyen resaltando la necesidad de integrar consideraciones ecológicas, técnicas y socioeconómicas, a la hora de diseñar e implementar medidas de manejo viables y socialmente aceptadas.
El desafío radica en lograr un equilibrio entre las estrategias de prevención y mitigación desde el punto de vista ecológico, y la aceptación y participación de los diferentes grupos de interés. Las acciones tempranas son clave, pero el éxito a largo plazo requerirá de programas integrales, adaptativos y con legitimidad social que permitan convivir con especies introducidas, regulando activamente su expansión y daños potenciales sobre un patrimonio natural tan valioso como frágil.
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Mamíferos exóticos del Neuquén, en 11 imágenes (segunda parte)
Mamíferos introducidos en la provincia del Neuquén