Tanto en la cordillera, como en la meseta y la costa de la Patagonia, las especies silvestres corren riesgo de padecer la gripe aviar, según estiman en forma unánime quienes los estudian.
Quienes forman parte de la comunidad científica patagónica opinan en forma unánime sobre el peligro que corren las poblaciones de especies silvestres, tanto en la cordillera como en la meseta y la costa del sur argentino. En principio fue el biólogo barilochense Sergio Lambertucci, quien alertó que la llegada de la gripe aviar amenaza las aves protegidas en Sudamérica como el cóndor andino y señaló que el virus puede haber avanzado de mamífero en mamífero para afectar a los 634 lobos marinos muertos en las costas del Perú.
También, el reconocido especialista en pingüinos Pablo García Borboroglu puso de manifiesto la preocupación por las poblaciones de esas y otras especies silvestre en la Patagonia. En este sentido, se estudian en estas horas una serie de medidas, vigilancias y restricciones de contacto con humano para algunas de las zonas donde viven las diferentes especies.
En el caso de las aves de las alturas de la cordillera, preocupó la muerte de gallaretas silvestres en el Parque Nacional Laguna Blanca, en el centro neuquino cercano a Zapala, ya que desde allí hacia el oeste habitan las típicas aves patagónicas como el cóndor andino y el jote, además de chimangos y caranchos, entre las carroñeras. La vigilancia es muy difícil de hacer, señalaron especialistas de áreas de Fauna –tanto oficiales como privadas- por lo que se solicitó a la población cordillerana y especialmente rural para que den aviso de inmediato en caso de encontrar animales muertos.
Pingüinos
Por su parte, las poblaciones costeras también deberán estar alertas ante la presencia de animales muertos o con síntomas de influenza, para preservar a las colonias que se ubican desde Río Negro hasta Tierra del Fuego. A esto se le agrega el peligro de transmisión del virus que pueden generar aves migratorias que circulan por diferentes áreas del sur argentino.
García Borboroglu indicó hace unas horas al portal ADN Sur que “es incierto como se está dispersando, tuvo un gran impacto en aves de America Latina y en aves de corral. En Estados Unidos y Europa murieron millones de aves”.
“Lo que se conoce es que hay diferentes cepas, unas más nocivas que otras. A medida que se van descubriendo casos se van tomando precauciones. El Senasa en Argentina, es el encargado de monitorear qué cepa es. Las que dispersan son las aves migratorias en vuelos, al compartir lugares que son de uso común, lugares de descanso, de alimentación”, dijo el investigador.
El científico agregó que “en pingüinos está terminando el ciclo reproductivo: los de Magallanes, a fines de marzo empiezan la migración al norte. En ese sentido tenemos la esperanza que no haya un evento grande de mortalidad, pero nada está dicho”, explicó haciendo referencia al peligro que representa. También apuntó a que pueden existir aves que no presentan síntomas y estén contagiando.
En Chile hubo pelícanos, pingüinos, y otras aves que murieron a causa de la gripe aviar. “Ahí suspendieron los permisos para acceder a las colonias porque involucra una manipulación de la enfermedad. Pero allá están en un estado más avanzado de la enfermedad, tienen pingüinos muertos. Acá todavía no ocurrió nada de eso”, explicó García Borboroglu.
«La gripe aviar pasó a mamíferos, en el hemisferio norte hubo presencia en lobos, osos, bizones, ballenas, focas, lobos marinos. “Hay una preocupación de que pase a personas, pero en el último año no afectó a más de 10. También existe la preocupación para que no se transforme en algo tipo pandemia”, finalizó.
Lobos marinos
En principio, los estudios realizados en forma urgente sobre los lobos marinos muertos en diversas playas y áreas protegidas de Perú, como la Reserva Nacional de Paracas, dieron indicios preocupantes sobre la llegada del virus.
Necropsias realizadas en seis ejemplares determinaron la existencia del virus en todos ellos y los análisis de otros muchos muestran las huellas de la gripe aviar: neumonías hemorrágicas en los pulmones y encefalitis hemorrágicas en el cerebro.
“Queremos dar la alerta lo antes posible por lo preocupante de la situación. Es el primer caso de mortalidad masiva de mamíferos salvajes en Sudamérica y podría ser el primer evento de transmisión intraespecie en mamíferos silvestres en el mundo”, sostuvo Lambertucci.
Las medidas de vigilancia sobre las poblaciones costeras patagónicas incluirán un seguimiento estricto en las asentadas en las provincias de Río Negro, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, indicó el Senasa que impulsó junto a la cartera de Salud nacional el decreto de emergencia sanitaria por la influenza aviar.