En una pequeña casilla de madera y plásticos negros vivían dos mujeres con dos menores, sin conexión de electricidad ni gas, sólo tenían una manguera para abastecerse de agua potable. Por causas relacionadas con la calefacción con una salamandra, la vivienda fue consumida por las llamas a las 5 de la mañana de este domingo.
Una de las mujeres, de 45 años, y dos niños de 6 y 13 años perdieron la vida en pocos minutos, encerrados por el fuego. La otra mujer residente en la vivienda no se encontraba en ella y salvó su vida.
La rápida acción de los vecinos del sector y de tres dotaciones de bomberos voluntarios de Senillosa nada pudieron hacer para salvar las vidas de las tres personas, sólo tratar de que el fuego no se expandiera y alcanzara a otras construcciones del mismo tipo. El asentamiento se encuentra al sur de la localidad y allí viven cientos de vecinos y vecinas en las condiciones más vulnerables, sin tendido eléctrico ni de gas domiciliario, sólo con el servicio de agua potable que serpentea las viviendas a través de simples mangueras negras de las que se utilizan para el riego en las producciones de la región.
La localidad de Senillosa es uno de los distritos de la provincia del Neuquén que mayor cantidad de perforaciones de petróleo tiene en su ejido, que también incluye chacras y otras producciones.
La investigación sobre lo sucedido está a cargo de personal policial de esa ciudad y de la Fiscalía de turno y más allá de los estudios de autopsia que se realizarán en las próximas horas, vuelve a mostrar una radiografía de cómo viven los sectores más postergados de la población en las localidades de la Patagonia.