Votaron al oficialismo o a la oposición, y reciben un mazazo. Eligieron a liberales o marxistas, y sienten el moretón en el hígado. Son laburantes o profesionales o changarines o docentes o amas de casa. Se los ve con el bolsillo herido, sangrante o agonizante. Tienen todas las edades posibles y los momentos similares ya vividos. Habitan –habitamos- este suelo argentino y estamos a merced de un tembladeral económico que nos lesiona el cerebro.
Entre tantos y tantos ejemplos de cómo nos adormece el golpe diario, las nuevas desnudeces, las irremediables pérdidas cotidianas, la economía de estas horas es absolutamente inclusiva: no hace diferencias, a quien más a quien menos le succiona algo.
Y el ejemplo que traemos aquí no es de los alimentos, la vestimenta, los servicios, el combustible, los medicamentos, entre tanta información que se difunde cotidianamente. No, vamos a compartir la situación de un sector que hace belleza, que genera arte. Se trata de los plateros, joyeros, artesanos del metal que apostaron y apuestan a esa pasión y talento para sustentar –en lo posible- su existencia material y espiritual.
Uno de los máximos exponentes de la joyería mapuche, de la platería universal y del talento juvenil es el neuquino Gustavo Nawel. Casi como un golpe de martillo en el cincel de la vida acaba de publicar su realidad tan dolorosamente igual a la de miles de personas del arte:
“El anuncio de hoy de los proveedores de orfebrería y joyería es que no hay ventas hasta nuevo aviso. Lamentablemente vivimos en los días más inciertos de nuestra economía en lo que va del año”.
“Las cotizaciones del metal precioso (plata metal) escalan a 890,000 pesos el kilo. Para que sepan la relación en 2019, días después de las elecciones el valor del kilo de plata era de 24,000 pesos, en pandemia escaló a los 250,000 y a principio de este año llegó a los 300,000 pesos.”
“La situación del valor del metal nos permite dilucidar la situación de inflación económica, ya que la misma se valúa a precio internacional, eso quiere decir que en todo el mundo se consigue al mismo valor. Vuelvo a repetir, a principio de año el valor del metal era de $300,000 por kilo y ahora es de $890,000 por kilo. Esta inflación se traslada al trabajo de los artesanos de este país que realmente no saben si seguir trabajando mucho menos qué cobrar.”
“En nuestro rubro no hay regulación de insumos ni materiales ya que en teoría no hay producción de metales preciosos en la Argentina de forma legal.«
“A su vez las mineras del país tampoco tienen permitido realizar producciones de metal preciosos en la actualidad y solo ofrecen remanentes anteriores a la pandemia. Claro el resto del material se exporta y se vuelve a comprar como importado…”
“La pandemia visibilizó muchas miserias en relación a nuestro rubro, pero también nos hizo ver la importancia de estar agrupados, de pensar en común sobre lo que es nuestro sentir, nuestro hacer y nuestro trabajar día a día. Es por eso que un grupo de Plateros tomamos las decisión de realizar la asociación civil, la primera a nivel nacional del rubro de los Plateros, un puntapié que creemos que va a ser punta de lanza para que muchas más organizaciones empiecen a organizarse y a discutir cuáles son las necesidades y expectativas comunes para nuestro trabajo. Entre ellas, que surjan mayor regulación, que si la economía no estuviese librada al azar, tuviéramos alguna protección en cual resguardarnos en estas situaciones, en donde solo queda el desahogo de nuestras palabras.”
Una economía cruel por donde se la analice, es inclusiva en el daño: no hace distingos y horada el reloj de la paciencia.
Luego viene lo electoral, lo ideológico, lo mediático que agranda o esconde estas realidades. Esas miradas tan válidas como la puteada, la necesidad de organizarse, la reincidencia o la puerta de Ezeiza.