Desde la Municipalidad de Zapala desalientan las visitas, mientras esperan hacer una contratación directa para que vuelva a funcionar.
Aunque desde los centros de distribución turística de Zapala desaconsejan las visitas -para no lamentar accidentes-, Primeros Pinos sigue siendo un imán para un gran número de personas que buscan disfrutar de la nieve junto a sus hijos y divertirse armando muñecos, tirándose en trineo o haciendo culopatín, entre otros rituales básicos.
Desde hace tiempo el parque de nieve no solo no está habilitado, sino que se encuentra en completo estado de abandono con su emblemática hostería y confitería en ruinas, luego de años de vandalismo. Pese a eso, cada invierno ese escenario continúa tentando a quienes desean tener un primer contacto con la joyita invernal. Ubicado a 50 kilómetros al oeste de la mencionada localidad neuquina, ofrece un paraíso blanco al alcance de la mano. Ahí, justo cuando la cordillera comienza a insinuar su potencial con las primeras elevaciones y bosques de araucarias milenarias,