El nuevo billete de dos mil pesos cumple cuatro meses de circulación en la Argentina, sin embargo, no ha traído las soluciones que se esperaba. Por un lado, el objetivo de aliviar los problemas logísticos de bancos y empresas al momento de abonar sumas altas, quedó un tanto desactualizado por la inflación registrada en ese período. Por otro, usuarios de cajeros automáticos de Neuquén, Cipolletti, Viedma y Comodoro Rivadavia expresaron a Pasó Hoy que tanto en los depósitos como en las extracciones, los billetes de 2000 no son aceptados por los cajeros automáticos.
El inconveniente incluye a varios bancos provinciales y también nacionales, por lo que aun se debe esperar que esas terminales adapten su funcionamiento a la nueva denominación. Un gerente bancario de Neuquén señaló que “para actualizar el sistema de cajeros y terminales se debe enviar la nueva información al exterior para que sea adaptado el software al nuevo billete y así reconocerlo para las transacciones”.
Este proceso de adaptación de las lecturas informáticas del nuevo papel “puede tardar unos meses” y adelantó que en el mes de octubre se estima que todas las entidades bancarias tengan su funcionamiento a pleno.
Los nuevos billetes sí se entregan en forma física en las entidades bancarias y así es como están en circulación. El Banco Central de la República Argentina estimó que en estos días hay unos 117 millones de billetes nuevos en circulación.
Problema nacional
El problema que se observa en la región también se registra en todo el país, por lo que el Banco Central salió a aclarar que «los billetes funcionan perfectamente en los cajeros», atribuyendo los problemas a casos aislados de cajeros automáticos no actualizados. Sin embargo, una fuente cercana a las entidades bancarias admitió que «la mayoría de los bancos aún no ha adaptado sus cajeros». En muchos casos, los bancos entregan los billetes de $2.000 por ventanilla debido a la falta de preparación técnica en las terminales de autoservicio, lo que genera molestia entre los clientes.
Resulta sorprendente que, a pesar de las constantes solicitudes de los bancos para billetes de mayor denominación, estén tardando más de cuatro meses en actualizar sus cajeros para procesar los billetes de $2.000. Según la fuente consultada por Pasó Hoy, este proceso implica enviar los billetes al exterior, actualizar el software y cargarlo en todos los cajeros, especialmente en los bancos con terminales más modernas, un proceso que puede llevar de tres a cuatro meses.
Hasta la fecha, cerca del 50% de los cajeros automáticos de algunas entidades bancarias dan billetes de $2.000, mientras que otros bancos están a la espera de la homologación por parte de los proveedores de terminales y operadores de la red, estimando que esto ocurrirá posiblemente en octubre.
Otra fuente del sector bancario señaló que la adaptación de las terminales no es un proceso sencillo y destaca que la cantidad de billetes de $2.000 en circulación es limitada en comparación con otras denominaciones.
De acuerdo con la información oficial, en Argentina, circulan actualmente alrededor de 8.549 millones de billetes, de los cuales 3.997 millones son de $1.000, 117,4 millones son de $2.000, 1.309 millones son de $500, 430 millones son de $200 y 1.579 millones son de $100.
La salida del billete de $2.000 fue anunciada por el Banco Central en febrero de este año y estaba prevista para el segundo semestre, pero se adelantó al 22 de mayo. Las entidades bancarias ya tenían los nuevos billetes una semana antes para realizar las configuraciones necesarias en los cajeros automáticos y permitir su reconocimiento.