Un apellido ilustre en la región y en el continente, un vehículo que marcó a la Argentina y su industria nacional, dos hermanos que gobernaron al mismo tiempo dos provincias, y otras vinculaciones, en esta nota.
A las nuevas generaciones les suena el nombre Félix San Martín por la calle que nace en el bajo neuquino y acompaña a la exRuta 22, para llegar casi hasta la vecina Río Negro. Poco se sabe que fue un destacado escritor y gobernador interino del Territorio, entre 1930 y 1932. Además, tenía dos hermanos: Pedro Julio, también radicado aquí, que fue gobernador neuquino tres años (desde 1949 hasta 1952) y diputado nacional; y Juan Ignacio San Marín, ingeniero, militar y político argentino que gobernó la provincia de Córdoba entre 1949 y 1951, y ejerció como ministro de Aeronáutica entre 1951 y 1955.
Así es, por única vez en la historia Argentina dos hermanos fueron gobernadores de dos provincias durante dos años: Pedro Julio San Martín, del Territorio Nacional del Neuquén y Juan Ignacio San Martín, de Córdoba. El mayor de los tres (nacidos en Baradero, Buenos Aires) era Félix que para esos tiempos se dedicaba a sus campos en la zona de Aluminé y luego cerca de Junín de los Andes, además de escribir entre otras obras “Neuquén” (historia y toponimia araucana), “Entre mate y mate”, “Desde el rodeo”, “El lazo de nuestras labores camperas”, “Episodio del sitio de Montevideo”, “La acción del Ejército en el Territorio del Neuquén”, “Los primeros exploradores de la Patagonia” y su último libro “El paso de la Villarrica”.
Pedro Julio San Martín era 14 años más chico que Félix y llegó a Neuquén en 1906, llamado por su hermano para trabajar junto él en la estancia Quila Chanquil, ubicada cerca de Aluminé y en otro establecimiento en El Malleo, cercano a Junín de los Andes. Precisamente entre 1946 y 1949 fue presidente de la Comisión de Fomento de esa localidad y luego gobernador del entonces Territorio, hasta 1952. Fue el primer legislador nacional que tuvo Neuquén, electo en los comicios de 1951 como Delegado Territorial en el Congreso, representando al Partido Peronista.
El tercer hermano de los San Martín (el más chico, era 28 años menor que Félix y 14 que Pedro), estuvo en la órbita de “cerebros” que Juan Domingo Perón había observado en la formación de ingeniería militar de la Escuela Superior Técnica. Así, especialmente avalado por el entonces presidente de la Nación, Juan Ignacio fue enviado a avanzar en sus estudios en el Real Instituto Politécnico de Turín, Italia, donde obtuvo doctorados en ingeniería industrial e ingeniería aeronáutica, en pleno desarrollo de la Segunda Guerra Mundial.
Precisamente el conflicto bélico había generado a través del gobierno nacional el desarrollo de la industria nacional, especialmente orientada a aplicar aquí los adelantos tecnológicos de la época. Así, en 1944 fue nombrado director del Instituto Aerotécnico, que sobre la base de la Fábrica Militar de Aviones de Córdoba se había creado en 1943. En esa etapa, San Martín fue quien encabezó el diseño y producción de aviones argentinos a reacción Pulqui I y Pulqui II, el bimotor Justicialista del Aire, luego rebautizado I.Ae. 35 Huanquero, alas volantes Horten, entre muchos otros.
La contratación para estos proyectos de unos 750 obreros especializados, de dos diseñadores alemanes y un ingeniero francés, también fue orientada personalmente por Perón y San Martín, según indican las crónicas de la época.
El rastrojero
En ese marco de crecimiento y desarrollo intensivo de la industria nacional, es que nace el Rastrojero, con Juan Ignacio San Martín como cabeza impulsora del proyecto. Es cierto: se dice que fue Perón quien se lo pidió y en ese trabajo conjunto, nació el vehículo.
En nuestro espacio de Historias a Fondo, con el periodista Oscar Lorenzo Scalerandi, tuvimos la oportunidad de hablar con el nieto de quien estuvo a la cabeza de la fábrica, también llamado Juan Ignacio San Martín.
Los detalles más íntimos de cómo se gestó el Rastrojero, la relación con Perón, lo que significó aquel apogeo de la industria nacional, formaron parte de esa charla que compartimos aquí.