Lo secuestraron en Viedma, tres días después del Golpe cívico-militar y lo pasearon por varias cárceles durante dos años y medio. Exiliado en Valencia, no oculta que San Javier es su lugar en el mundo.
(Por Carlos Espinosa).- Carlos “Negro” Entraigas tenía 26 años el 27 de marzo de 1976, cuando por su actividad de militancia política fue secuestrado por personas armadas que decían pertenecer a la Policía Federal, en su domicilio familiar de la calle Alem al 200, de la ciudad de Viedma.
Los captores lo llevaron a la Delegación Viedma de la Policía Federal donde fue interrogado y torturado por personal policial y militar. Después fue trasladado a dependencias de la Policía de Río Negro y al día siguiente, junto a otros dos secuestrados, fue enviado en una avioneta a la ciudad de Bahía Blanca y conducido a dependencias del Comando Quinto Cuerpo, en donde quedó recluido, sometido a cautiverio y torturas.
El nueve de abril, lo trasladaron a una Unidad Penitenciaria de Bahía Blanca, a disposición del Poder Ejecutivo Nacional. En el mes de noviembre fue conducido a la Unidad Penitenciaria N°9 de La Plata.
Recién dos años y medio más tarde –el 27 de septiembre de 1978- se le concedió la opción de recuperar la libertad si salía del país. Partió hacia el exilio forzoso a España, se radicó unos años en Madrid, y finalmente en el Ayuntamiento de Paterna, en la Comunidad Valenciana.
Allí vive hace más de tres décadas, con su familia formada en tierra española, ahora en el disfrute de su merecida jubilación, pero siempre añorando su pueblo natal: San Javier, a 30 kilómetros de Viedma.
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Hace casi un año, cuando vino al país para declarar por su secuestro ante el Tribunal Oral Federal de Bahía Blanca en la denominada Megacausa Zona V, Entraigas se acercó a San Javier y estuvo en la Biblioteca Popular que lleva el nombre de uno de sus parientes, Don Próspero Entraigas, primer presidente del club Sol de Mayo, en 1920; y directivo fundador del Banco de la Provincia de Río Negro, en tiempos del gobernador Edgardo Castello, en 1960.
La historiadora Cecilia Palma, que se encuentra actualmente a cargo de ese centro de lectura, relató a la agencia APP que “el Negro Entraigas un día cayó por acá trayendo la feliz noticia de su deseo de donar su biblioteca privada, la que formó allá en una localidad de Valencia, donde se radicó tras su exilio forzoso durante la dictadura cívico militar”.
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“Charlando, aquel día, me dijo que San Javier es su lugar en el mundo, y que si no hubiese sido por la dictadura militar y el terrorismo de Estado que lo obligaron a alejarse muchos miles de kilómetros seguramente estaría terminando su vida en este, su pueblo natal, y por eso quiere que sus libros queden aquí para siempre”, añadió.
“También comentó que le resulta llamativo que alguna vez las autoridades provinciales le hayan puesto a la biblioteca el nombre de Próspero Entraigas, porque -según sus palabras- de toda la familia Entraigas fue quien menos se interesó por la población de San Javier”, agregó Cecilia.
Esa biblioteca ofrecida en donación consta de aproximadamente 600 volúmenes, sobre temas de historia, política y otras ciencias sociales, formada por Carlos Entraigas con libros adquiridos mayormente en España, aunque también en viajes realizados a nuestro país después de la recuperación de la democracia, hace 40 años, compró aquí bibliografía y revistas argentinas, como el caso de la colección casi completa de la revista “Crisis”.
También formará parte de la futura donación material religioso de consulta eclesiástica, que perteneció al sacerdote salesiano Raúl Entraigas, escritor e historiador, que era hermano del padre de Carlos, también nativo de San Javier.
“Me dijo el Negro Entraigas que su aspiración es que el ingreso de esta importante donación sea el disparador para que las autoridades provinciales , el Instituto de Desarrollo del Valle Inferior y la Comisión de Fomento de San Javier consideren la posibilidad de dotar a la Biblioteca de su edificio propio”, siguió comentando Cecilia Palma.
Indicó también que “otra de las preocupaciones de Carlos Entraigas es lograr el acercamiento con niños y jóvenes que concurren a la Biblioteca para hacerles conocer aspectos de su vida personal, el secuestro del que fue víctima y la posterior consecuencias del exilio, por culpa de la dictadura cívico militar; porque su objetivo central es visibilizar esa dramática etapa de la vida argentina”.
En este sentido está previsto que alumnos de quinto año de la Escuela Secundaria Rionegrina de San Javier realicen un documental audiovisual sobre la época de la dictadura y el secuestro de Entraigas, en una tarea articulada con docentes y la bibliotecaria de ese establecimiento educativo.
Una circunstancia muy emotiva se produjo cuando Cecilia recibió la inesperada visita de Carlos Entraigas. “En mi paso por el Archivo Histórico Provincial, en Viedma, estuve investigando mucho acerca de la familia Entraigas y otras de San Javier, reuniendo una serie de fotografías. Como las tengo digitalizadas en mi computadora portátil se las mostré al Negro, y de pronto al observar un grupo de gente reunida en un acto pegó un grito: ¡Esa mujer es mi mamá, y el niño que tiene a upa soy yo!”.
El propio Entraigas conversó con APP desde Paterna. Recordó que “mi secuestro se produjo apenas tres días después del golpe cívico militar, y tal vez mi destino hubiese sido uno de los trágicos vuelos de la muerte, pero me salvé junto con otros secuestrados por una nota que escribió y publicó el periodista viedmense Omar Livigni, en el diario Clarín, haciendo visible mi situación de detenido”.
“Cuando salí del país con la opción prevista en la Constitución Argentina, aquel 27 de Septiembre de 1978, me fui sin nada, porque como todos los secuestrados había perdido todo, hasta la ropa que llevaba puesta el día que me capturaron. Al optar por el exilio perdí no sólo mis bienes sino también mis afectos y mi familia. Al llegar a España no podía ni demostrar que tenía estudios (secundarios y universitarios) . Por eso digo siempre que lo único que no me pudieron quitar es lo que había aprendido, lo que me habían dado los libros” expresó, con emoción en sus palabras.
Ratificó además que “quiero llevar desde España unos 600 libros, todos los que fui reuniendo en más de 34 años de residencia aquí, con una variedad de temas sociales y económicos, que me permitieron completar mi formación y obtener una visión más o menos completa de una gran cantidad de cuestiones. Quiero que ese material bibliográfico enriquezca la Biblioteca Popular de San Javier, mi pueblo siempre presente en la memoria y en los afectos” completó.
El traslado por vía aérea de los muchos kilos de papel que contienen esos 600 ejemplares implica un costo muy importante, y Carlos Entraigas confía en obtener ayuda de organismos estatales nacionales para que esa carga sea despachada, gratuitamente, en un vuelo de la empresa Aerolíneas Argentinas.
Las gestiones con tal finalidad están en curso, y puede contribuir la difusión de este generoso propósito por parte de un ex preso político y exiliado argentino para beneficio de su pequeño pueblo natal patagónico.
De todas formas, aún antes de la llegada de los libros que está ordenando y clasificando cuidadosamente, Entraigas se propone volver de visita por Viedma y San Javier en el transcurso de este mes de abril que se está iniciando