Por primera vez en siete años se inició en el océano Pacífico tropical y aumentará las temperaturas en todo el mundo. Se pronostican más lluvias y tormentas en nuestro sur argentino.
El comienzo del fenómeno climático denominado El Niño en el océano Pacífico tropical generará un aumento de las temperaturas globales y además tenderá a que se generen más tormentas y lluvias que las acostumbradas en la región patagónica, según adelantó la Organización Meteorológica Mundial. Adelantó también el organismo que por primera vez en siete años, el comienzo del fenómeno se produjo en esa región tropical y que otra de las afectaciones al clima histórico en el norte de nuestro país puede ser la del aumento de períodos de sequía.

Con una duración aproximada de unos dos años, “este fenómeno de El Niño está en un contexto especial”, afirmó Rodney Martínez Güingla, experto del organismo meteorológico para América Latina. “El primero, en base a una recopilación de la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica es de los Estados Unidos desde 1965, es que este Niño se está desarrollando en un contexto del clima más cálido que el planeta haya experimentado en su historia”, agregó.
Por otro lado, las condiciones actuales muestran un calentamiento en las aguas del Pacífico Occidental cerca de las costas de Colombia y Perú. “Vamos a tener una señal de calentamiento adicional en todo el continente. Es decir, el incremento en el contenido de calor es altamente probable en buena parte del continente y no solo en el océano Pacífico”, dijo.
Para julio, agosto y septiembre, en base a diferentes modelos, se empezarán a ver impactos significativos en déficit de lluvias en América Central, parte del Caribe, y norte de Sudamérica. Mientras que habría más lluvias en países como la zona central de Chile, y el sur de Brasil, Argentina y Uruguay.
Dentro de 6 meses, según Martínez Güingla, se pronostica que habrá un “aumento sostenido de la temperatura” del aire en gran parte del continente y más consistencias de los patrones de lluvias asociados con El Niño.
Esto implicaría más lluvias en Ecuador, sur de Colombia y norte de Perú, y más déficit de lluvias en otras partes de América del Sur y América Central.
“Los gobiernos nacionales y locales tienen tiempo para planificar, prevenir y responder adecuadamente. Ya tenemos suficientes lecciones aprendidas con El Niño. No se pueden repetir las malas prácticas”, subrayó el experto.
En América Central, se podrían producir reducción de cosechas y aumentar los precios de los alimentos, según la representante de la Organización Mundial de Alimentación (FAO). En Colombia y Venezuela, podrían reducirse las lluvias y afectar la producción de maíz y arroz. Ecuador y Perú tendrían más lluvias y podrían aumentar el riesgo de hongos en cultivos y enfermedades en los animales. En Bolivia, se podría afectar cultivos como el de maíz.
Desde la Agencia de Coordinación de Asuntos Humanitarios (conocida como OCHA), Shelley Cheatham, comentó que “El Niño no es un fenómeno nuevo. Lo hemos vivido varias veces y hay una multitud de lecciones aprendidas. Las ciencias han avanzado y pueden ahora predecirlo con mayor certidumbre y a sus impactos sobre comunidades y personas. Tenemos la responsabilidad de actuar en base a las lecciones aprendidas y los avances científicos. Tenemos que actuar más temprano sobre la base de las ciencias y las lecciones aprendidas para mitigar los impactos”.