El volcán chileno Villarrica continúa con una fumarola emitiendo cenizas, con baja actividad sísmica, y se aguardan nuevos eventos que mantienen el alerta naranja. El monitoreo permanente que realizan los organismos especializados del vecino país, especialmente el Servicio Nacional de Geología y Minería (Sernageomin), informaron de la situación y advirtieron que la afectación actual está circunscripta a un área de cinco kilómetros alrededor del centro del cráter.
Ese organismo señaló en su último parte de las últimas horas que “las observaciones realizadas a través de cámaras de vigilancia, imágenes satelitales y sobrevuelos, desde la declaración de alerta técnica naranja, permiten indicar que la zona de impacto de material piroclástico producido en las explosiones a nivel de cráter se encuentra acotada a la parte superior del volcán”.

Agregó oficialmente que “bajo las condiciones actuales de los parámetros de monitoreo, es esperable la ocurrencia de actividad similar en el corto plazo. En el caso de un aumento significativo y rápido de la actividad superficial, no se descarta la ocurrencia de procesos cuyo impacto se estima en un radio de 5 km en torno al centro del cráter, y emisiones de ceniza cuya afectación pueda exceder este radio, con dispersión según direcciones preferenciales del viento.”
La actividad sísmica registrada por los equipos de medición están definidas como “discreta LP (largo periodo) y sismos tipo TR (tremor) discretos, asociados con la dinámica de fluidos, así como el registro eventos tipo VT (volcano-tectónico). El valor RSAM el día de hoy para la estación de referencia VN2 tiene un valor máximo de 1,0 µm/s obtenido al momento de la emisión de este reporte. Así también, se registró actividad de infrasonido asociados a manifestaciones superficiales”.
Por su parte, la volcanóloga Maira Figueroa, del Observatorio Volcanológico de los Andes del Sur, informó se observaron columnas de ceniza de baja altura con tonalidad blanquecina y estimó que “la caída de cenizas alcanzó los 4.5 kilómetros en dirección sur desde el centro del cráter”.
El Reporte de Actividad Volcánica (RAV) emitido por el Sernageomin detalla una disminución de eventos sísmicos, pero señala la presencia de actividad acústica que indica la continuación de la actividad superficial. Este fenómeno es detectable instrumentalmente incluso en condiciones meteorológicas que impiden su visualización directa.
«La situación actual sugiere la posibilidad de una continuación de actividad explosiva menor», indicó el informe. Debido a la rápida variabilidad de los parámetros instrumentales en los últimos días, se advierte que el proceso aún tiene potencial para evolucionar hacia fases más energéticas, subrayando la naturaleza altamente activa del sistema volcánico superficial.
La región sur neuquina, especialmente desde San Martín de los Andes hasta Aluminé continúa evaluando minuto a minuto la actividad del volcán chileno debido a su proximidad (unos cien kilómetros) sin que hasta el momento surjan novedades como para activar protocolos, se indicó.