El Gobierno argentino está actualmente en negociaciones con China y empresas privadas para financiar el ambicioso proyecto ferroviario del tren Norpatagónico.
Este ferrocarril, cuyas obras involucrarán una inversión de aproximadamente 1200 millones de dólares, se propone conectar el corazón productivo de Vaca Muerta (Neuquén) con uno de los principales puertos de Argentina, Bahía Blanca. No solo facilitaría el transporte de insumos esenciales para la industria, sino que también tendría un impacto significativo en la economía y la competitividad de la región.
Vaca Muerta es conocida por sus recursos de petróleo y gas no convencionales. Para aprovecharlos plenamente, el desarrollo del tren Norpatagónico se presenta como una pieza fundamental para conectar la cuenca más productiva del país con el puerto de Bahía Blanca. No solo facilitaría el transporte, sino que también impulsaría el crecimiento económico y la creación de empleo a lo largo de su recorrido.
La primera fase del proyecto consiste en «poner a punto» la renovación de las vías ferroviarias en la traza existente, que se extiende desde Bahía Blanca, en la provincia de Buenos Aires, hasta Contraalmirante Cordero, en Río Negro. Este trayecto abarca una distancia de 755 kilómetros.
La segunda etapa implica la construcción de una nueva trama ferroviaria de 77 kilómetros desde Contraalmirante Cordero hasta Añelo, la ciudad neuquina en pleno corazón de Vaca Muerta.
La renovación y construcción de estas vías de tren requieren una inversión conjunta de aproximadamente 1200 millones de dólares. La inversión principal, estimada en unos 1000 millones de dólares, se negocia actualmente con China. La financiación restante, alrededor de 180 millones de dólares, podría provenir del sector privado, con un especial interés de las compañías petroleras de la zona que ven en esta inversión una mejora significativa en su competitividad.
El tren Norpatagónico se ha convertido en un elemento de importancia en los planes de desarrollo de Vaca Muerta. Con la aspiración de alcanzar una producción de un millón de barriles de petróleo al día, la región necesita una infraestructura de transporte que sea capaz de manejar esta demanda.
Se estima que, para 2030, la demanda total de insumos en Vaca Muerta aumentará significativamente, llegando a 4,15 millones de toneladas. Esto incluye productos e insumos como metanol, arena, tuberías, cemento y otros materiales esenciales para la industria energética. La demanda más significativa se espera en el caso de la arena, un insumo clave para la técnica de fractura hidráulica, que podría alcanzar los 2,73 millones de toneladas transportadas por ferrocarril para 2030.
La importancia del tren está dada en su capacidad para ofrecer la escala y los costos necesarios para que los proyectos regionales sean competitivos. Según estimaciones oficiales, el transporte de carga por tren podría costar una décima parte en comparación con el transporte por camión, lo que reduciría significativamente los costos operativos y promovería un desarrollo ambiental más sostenible en la región de Vaca Muerta.
Con la inversión adecuada y el respaldo tanto del gobierno como del sector privado, esta infraestructura se presenta como necesaria, porque reduce costos de transporte, porque mejora la competitividad y porque crea centenares o miles de empleos a lo largo de su recorrido.